Con la unidad en la pluralidad como horizonte, desarrollamos políticas de mejoramiento de la enseñanza de pregrado, grado y posgrado; promoción de la producción científica; aumento de las acciones destinadas al ingreso, permanencia y egreso de los estudiantes; fortalecimiento de vínculos con la sociedad.

Las líneas de acción y propuesta programática que orientaron la gestión hasta el momento, surgieron de un extenso y sostenido proceso de construcción política colectiva que involucró a miembros de los diferentes claustros, reunidos por el desafío  de producir cambios fundamentales en los objetivos prioritarios y en las prácticas políticas e institucionales que habían caracterizado a la ex ECI.

Esas coincidencias estaban asentadas en la convicción de que es posible consolidar una Facultad inclusiva, democrática y comprometida, a condición de que fuéramos capaces de convocar a todos los miembros de nuestra comunidad a trabajar responsable y colectivamente en proyectos que estimularan el fortalecimiento académico y la presencia jerarquizada de la FCC en nuestra universidad pública y en la sociedad.

Hemos concluido un primer tiempo de institucionalización de los diversos procedimientos de la Facultad, a través de reglamentaciones y protocolos de gestión administrativas-académicas y su adecuación a las normativas vigentes en la UNC; en la generación, ejecución y evaluación de proyectos académicos, de investigación, de extensión y administrativos; en un manejo transparente de la información y pluralidad en la toma de decisiones.

De este modo, podemos decir que hoy nuestra institución ha afianzado la calidad académica; evalúa y reconoce a sus profesores asumiendo la aplicación amplia e inclusiva del Convenio Colectivo de Trabajo y el acompañamiento en la regularización de su planta docente y no-docente; sostiene la actividad científica con diversos programas y fomenta la iniciación a la investigación; se ha expandido exponencialmente en la investigación disciplinar, producción y práctica profesional; apoya la formación de posgrado de sus profesores; ha comenzado a desarrollar políticas de inclusión y retención de sus estudiantes; ha fomentado la responsabilidad y el compromiso con la tarea de extensión y la relación con nuestro contexto social, se vincula más activa y oportunamente con los graduados y la comunidad y se ha posicionado como institución autónoma, responsable y comprometida. Estos cambios han sido posibles en un clima de convivencia pluralista, con amplia participación de los diversos sectores y la construcción de consensos cada vez más sólidos.

Por todo ello, consideramos es importante profundizar acciones que fortalezcan los ejes políticos e institucionales que se han institucionalizado en esta etapa preliminar de gestión en la Facultad: la defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad; la educación superior como un derecho y con perspectiva de género; la defensa de los derechos humanos, la verdad y la memoria; la concepción de la comunicación como un derecho y el fomento a la comunicación popular; la erradicación de todas las formas de violencia hacia las mujeres y la diversidad; la sensibilidad ante las problemáticas socio-ambientales; la promoción de acciones para la apropiación social del conocimiento y la información; la actualización de la formación curricular y la articulación con las prácticas pre profesionales; la inserción de la Facultad en los medios públicos universitarios como creadora de contenidos.

Nos quedan muchas metas por alcanzar, tanto para consolidar los procesos ya iniciados, como también para abrir nuevas líneas de acción. El plan de gestión que hoy presentamos para el periodo 2022-2025 es fruto del debate colectivo y se apoya en saberes e ideas innovadoras que diferentes grupos de nuestra Facultad nos acercaron y aportaron.